La fiesta de San Antonio Abad, o de San Antón, es una de las más populares en los pueblos de las comarcas de Maestrazgo y Andorra Sierra de Arcos, ya que se celebra en casi todos ellos con diferentes actos pero con muchos elementos en común.
Tal es el caso de los pueblos que recorre la carretera A-1702 “The Silent Route” que, en estos momentos, están todos preparando los actos festivos para honrar al santo.
Durante este próximo sábado 12 de enero será Montoro de Mezquita la localidad que celebre su fiesta, recuperada el año pasado después de cincuenta años sin celebrarse. Para Montoro era una de las fiestas más importantes, organizada por el Rey y Mayorales, tres parejas que dirigían los actos y bailaban el “Reinao de Montoro”. La jornada empezará a las cinco de la tarde con juegos tradicionales, y cerca de las siete saldrá el Santo de la Iglesia a presidir la fiesta mientras se procede al encendido de la hoguera. A continuación, a su resguardo, la organización ha previsto el sorteo de un lote de mermeladas, tapeo, cena y, para finalizar, música con los gaiteros de Tronchón y Villarluengo y reparto del rosco de San Antón.
El fin de semana del 19 y 20 de enero tendrán lugar la celebración en el resto de los municipios. Cañada de Benatanduz encenderá su hoguera el sábado y posteriormente los vecinos se juntan para cenar en el bar mientras que en Pitarque suele ser la Sociedad de Cazadores de la localidad la que invita a todos los vecinos y propietarios de tierras a celebrar la fiesta de San Antonio, preparando la hoguera y la cena en la plaza.
En Villarluengo la fiesta comienza yendo a recoger leña al monte y pasando los mayorales por las calles del pueblo recogiendo donativos y lo que cada casa quiere dar. La hoguera se prende al caer la noche del sábado y, cuando ya hay buenas brasas, se asa la carne para poder cenar junto al fuego. Luego se subastan los productos ofrecidos por los vecinos y hay discomóvil. El domingo tiene lugar la bendición de animales, la misa en honor al Santo y un aperitivo para los vecinos.
En Ejulve la fiesta dejó de celebrarse durante varias décadas, seguramente por el conato de incendio que se produjo en el año 1970 en el tejado del Ayuntamiento, permaneciendo en el recuerdo y añoranza de muchos vecinos. La fiesta se recuperó en el año 2011, y ahora cada año, el sábado más cercano al 17 de enero, enciende la hoguera el vecino más anciano de la localidad, y se vuelven a recitar las “Relaciones”, un resumen de los hechos acontecidos durante el año anterior donde el redactor, utilizando la ironía, relaciona lo más destacado del año y aprovecha la ocasión para meterse con algunos vecinos destacando cualquier circunstancia personal que considere oportuna. La fiesta en tiempos estuvo organizada también por un “Rey” y sus criados que, al igual que en Montoro, ejecutaban el baile del “Reinau”.