La Residencia de Cantavieja ha tenido que reorganizar su estructura funcional durante las pasadas semanas con el fin de adaptarse a las normativas de seguridad e higiene con el objetivo de prevenir el coronavirus.
El centro residencial no acepta visitas desde hace semanas, y los usuarios se comunican con familiares y amigos a diario a través de llamadas e incluso vídeollamadas.
Por su parte, los trabajadores han tenido que cambiar los turnos dejando de lado los turnos rotativos, con la finalidad de coincidir siempre entre compañeros y evitar el contacto con otros. Ahora, en vez de estar disponibles para todos los usuarios, cada trabajador tiene unos residentes a su cargo, para limitar todavía más el contacto con otras personas. Además, trabajadores como fisioterapeutas o técnicos en actividades socioculturales han visto reducido su horario en días, concentrando las horas.
Esta parte de atención a los usuarios es de vital importancia especialmente estos días de aislamiento, ya que aportan un apoyo psicológico a los residentes, entre los que encontramos 8 personas con discapacidad intelectual y 31 de edad avanzada. Desde el centro les han ido explicando a todos los residentes la situación y los cambios que iban surgiendo derivados de ésta, para que estuvieran informados en todo momento y comprendieran su situación actual.
Además, la residencia ha adoptado 5 zonas de aislamiento, siguiendo la sectorización de incendios. Por tanto, varios espacios del centro como zonas comunes se han quedado en desuso. La limpieza diaria de estos espacios en desuso se ha reducido para poder incrementar la frecuencia de limpieza y desinfección de otras estancias más usadas o de elementos comunes como pasamanos, reposabrazos, sillas o barandillas. Además, han solicitado a la Unidad Militar de Emergencias que lleve a cabo trabajos de desinfección y están a la espera de que puedan realizarse. Por su parte, el Ayuntamiento de Cantavieja ha desinfectado el centro desde fuera.
Todas estas medidas de prevención han sido impuestas por Sanidad y también por la propia Residencia, que adapta y acoge todo tipo de medidas de prevención que cree necesarias y útiles. Desde la Residencia, se mantiene a los residentes lo más animados posible deseando que esta situación acabe pronto.
