-El movimiento del ganado ovino y sus pastores han marcado el devenir histórico, social, cultural y económico del territorio
La jornada “Extremar ayer y hoy. La trashumancia ovina en el Maestrazgo” ha reunido en Allepuz a pastores trashumantes, historiadores, veterinarios y vecinos en un encuentro que ha llenado el salón de actos del Ayuntamiento. Más allá de las ponencias académicas y los datos técnicos, han sido los testimonios de los propios pastores los que han marcado el tono del encuentro, poniendo rostro y voz a una práctica que sigue viva y que necesita apoyo para garantizar su continuidad.
· Voces desde el territorio
El pastor Gonzalo Gargallo, del Mas de Altaba de Cantavieja, ha relatado con humor que su pasión por las ovejas “es como un veneno en la sangre sin el que no me imagino vivir”. Ha explicado las dificultades de mantener dos casas y explotaciones en lugares tan distantes como Cantavieja y Vinaroz, y ha valorado las mejoras recientes que han aportado el uso del teléfono móvil y el apoyo del automóvil en los desplazamientos.
Por su parte, Azucena Alegre, de Allepuz, ha querido poner en valor el papel de las mujeres en la trashumancia. “Soy hija, esposa y madre de trashumantes”, ha señalado, recordando que esta forma de vida le ha aportado una mirada abierta hacia otros territorios, lenguas y acentos, aunque ha reconocido la dureza de la separación familiar durante meses.
El etnógrafo Félix Rivas, coordinador del Plan de Salvaguarda del Patrimonio Inmaterial Masovero, proyecto de la Comarca del Maestrazgo, ha moderado la mesa redonda y ha recordado que la trashumancia —o “extremar”, como se conoce en la zona— es una actividad viva que se adapta a los cambios sociales, pero que precisamente por ello necesita de apoyo institucional y social para garantizar su continuidad.
· Una práctica que ha marcado la historia
La jornada también ha contado con la aportación del historiador José Luis Castán, doctor en Historia, que ha recordado que la trashumancia ha sido la actividad económica más importante del Maestrazgo hasta el siglo XX. La exportación de lana a Italia, el empleo textil de mujeres y niños, y sobre todo el paisaje y patrimonio que hoy conocemos —corrales, casetas de pastor, abrevaderos, paredes de piedra seca, ermitas, peirones, masías e incluso palacios— son el resultado de siglos de pastoreo.
Castán ha subrayado que la jerarquía de esta actividad situaba en la cúspide al propietario del ganado, después al mayoral y en último lugar a los pastores que acompañaban al rebaño, a menudo con menor consideración incluso que los mastines que lo defendían.
· Retos actuales y análisis
La jefa de la Oficina Comarcal Agroambiental (OCA) de Cantavieja, María Dolores Cortés, ha señalado la fuerte caída de la ganadería ovina en el Maestrazgo desde 2018, que ha reducido de diez a siete el número de ganaderos trashumantes en activo. También ha expuesto un análisis DAFO en el que se han recogido las principales debilidades y amenazas del sector, como el envejecimiento de los pastores, la falta de relevo generacional, la burocracia, los precios por debajo de los costes reales o la vulnerabilidad frente al cambio climático.
Entre las fortalezas y oportunidades se ha destacado el reconocimiento de la trashumancia por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial, la mayor valoración social de la ganadería extensiva por su sostenibilidad y el papel clave que desempeña en el mantenimiento de los ecosistemas, la biodiversidad y la fijación de población en las zonas rurales.
· Reconocimiento institucional
El presidente comarcal, Fernando Safont, y la alcaldesa de Allepuz, María Isabel Fernández, han inaugurado la jornada, destacando la importancia de mantener viva esta tradición y que las nuevas generaciones encuentren oportunidades en la ganadería extensiva.
· Un homenaje a los trashumantes
La jornada ha servido para homenajear a los pastores trashumantes, que generación tras generación han moldeado el paisaje, la cultura y la identidad del Maestrazgo. El debate y las experiencias compartidas han demostrado que la práctica de extremar sigue siendo un elemento fundamental del patrimonio inmaterial comarcal y un motor para pensar en el futuro de la ganadería extensiva.




