La iglesia de la Purificación de Fortanete sufre humedades en las bóvedas y en las partes bajas de los muros de la zona norte. Por ello, desde la consejería de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón ponen en marcha su restauración. Las obras han sido adjudicas por 22.855 euros, aunque la restauración total se estima en medio millón de euros.
“El paso del tiempo ha dejado marcas en ella, y el deterioro cada vez es mayor. Ahora que el proyecto de rehabilitación ha comenzado, estamos cada vez más cerca de que recobre todo su esplendor” afirma Luís Gil, alcalde de la localidad.
El primer paso para la realización de las mejoras es la redacción de un proyecto de rehabilitación, encargado por la consejería de Vertebración al estudio de arquitectura Virtuarch Studio, con sede en Morella, por un importe de 19.360 euros. También se ha comenzado a trabajar en la cubierta, sustituyendo la teja original, alcanzando ya más del 50% de la superficie renovada.
Las obras actuarán en diversos puntos del templo, ya que las filtraciones han dañado pinturas y yesos de las bóvedas, formando una grieta en la bóveda próxima a la torre. También hay un deterioro en las cornisas de la torre del campanario donde sería necesaria una limpieza y reconstrucción. De igual modo, una de las intervenciones necesarias para reducir la humedad interior también será la limpieza de la cripta y espacios anexos, donde hay gran cantidad de palomina y residuos.
La arquitecta encargada, María Castel Buj, vecina de Villarluengo, también apunta en la memoria del proyecto que, además de las intervenciones en el exterior y los problemas de humedades, será necesario devolver a la iglesia su aspecto original, con un trabajo de restauración en las pinturas, además de llevar a cabo una documentación e inventarios de los bienes existentes.
El edificio eclesiástico es uno de los símbolos más reconocidos y característicos de la villa, declarado en 2001 Bien de Interés Cultural. Construido en la segunda mitad del siglo XVII y finalizado en 1693, el templo barroco tiene tres naves cubiertas con bóveda de medio cañón con luneto, crucero con cúpula y linterna y brazos del crucero con bóvedas en forma de concha.