Más de 25 vecinos de Castellote deciden aprender destrezas en reanimación cardipulmonar y se capacitan para poder usar el desfibrilador que hay en el pueblo.
El pasado sábado 2 de julio, 27 vecinos de Castellote asistieron al curso de soporte vital básico y uso de desfibriladores semiautomáticos (DESA) que se celebró en el edificio multimodal de Castellote. El curso, promovido por Alberto Salesa (enfermero en el centro de salud de Más de las Matas), fue todo un éxito y fue impartido por 4 enfermeros de la asociación sin ánimo de lucro CUIDAE, dedicada a la educación para la salud comunitaria.
Las enfermedades cardiovasculares son ya la primera causa de muerte en nuestro país y la gran mayoría se manifiestan con infartos de miocardio y muertes súbitas. Saber reconocer la situación y actuar ante una parada cardíaca súbita es esencial para poder salvar la vida de esa persona. Las maniobras de reanimación cardiopulmonar precoces y la colocación de un desfibrilador a una persona que sufre una parada cardíaca se ha demostrado que salvan vidas en el entorno extrahospitalario. Ambas son destrezas que puede aprender cualquier persona tal y como se ha demostrado este fin de semana en Castellote, que ya se puede pasar a denominar población cardioprotegida: pueblo con disponibilidad de DESA las 24 horas y población capacitada para su USO (según decreto 229/2006 del Gobierno de Aragón).
La cardioprotección de este tipo de poblaciones es fundamental para poder mejorar la supervivencia ante un infarto de miocardio. Las UVI móviles más cercanas en muchos pueblos de Teruel están a 30 o 40 minutos de determinadas zonas. En muchos casos, cuando los profesionales sanitarios llegan al lugar, ya nada se puede hacer. Vecinos comprometidos y entrenados pueden ser capaces de reconocer la situación y actuar en menos de 4 minutos, aumentando en un 80% las probabilidades de supervivencia, tal y como se ha demostrado en Castellote.
Esperemos que el resto de la comarcas siga el ejemplo.