Severino-Carlos Julián Rochela (La Iglesuela del Cid, 1944) fue un conocido profesor, escritor y divulgador cultural. Nació en La Iglesuela del Cid, y a lo largo de su vida recorrió buena parte de los pueblos de la provincia de Teruel en su profesión como maestro, hasta jubilarse en La Sénia.
Además de su carrera como docente, Carlos dedicó parte de su obra a plasmar en el papel la cultura de su pueblo, movido por su gran afición literaria. Publicó cuatro libros de divulgación científica sobre la Iglesuela: ‘El habla de La Iglesuela del Cid’, ‘Toponimia de La Iglesuela del Cid’, ‘Piedra sobre piedra’ y ‘Al amparo de Astarté’. Obras que han tenido una gran acogida por los vecinos de su pueblo, quienes ven que, gracias al escritor, su cultura se mantendrá con el paso del tiempo. El profesor también publicó el libro de relatos ‘El ojo de la cerradura’, o la novela ‘Me volverás tarumba’.
Su labor por poner en lo más alto a La Iglesuela del Cid no se queda únicamente en el papel, y es que el escritor trabajó durante años en difundir mediante charlas el patrimonio de la localidad. De igual modo, los niños del colegio también recordarán su nombre, y es que gracias a su trabajo de limpieza y archivo, se ha podido recuperar la biblioteca municipal.
El escritor Pedro Luis Bellés también le recuerda en su última novela, donde agradece la corrección de sus libros y le dedica unas bonitas palabras: “Como ayer, como hoy, como siempre, agradezco a mi amigo Severino Carlos Julián Rochela, por seguir corrigiendo con esmero todo lo que escribo. Coincido contigo, en literatura, como en la vida, una de las virtudes más importantes que existen es la dignidad”. Al igual que Pere, quien lo conoció le describe como ‘Un gran apasionado de su tierra’, y es que llevó siempre en su corazón al pueblo que le vio nacer.
La idiosincrasia de La Iglesuela del Cid permanecerá por los años gracias a su labor divulgando, con el papel y sus palabras, la cultura de un pueblo. Un trabajo de toda una vida para recuperar y mantener vivo el patrimonio de la localidad, que siempre perdurará gracias al maestro, escritor y vecino Carlos Julián.