El consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda ha hecho balance de las subvenciones en materia de rehabilitación de viviendas, destinadas a la sustitución de ventanas en la que se ha invertido 1,5 millones de euros de fondos propios del Gobierno de Aragón y de la que se han beneficiado 950 hogares aragonesas.
Soro ha destacado el interés despertado por esta convocatoria y ha anunciado que ya se estudian las fórmulas para volver a convocar en 2021 «a la que podrán optar nuevas solicitudes y aquellas solicitudes que han quedado fuera por falta de crédito y que finalmente no hayan podido llevar a cabo las obras». Con esta convocatoria se subvencionaba el 30% del coste del cambio de ventanas de cerramientos exteriores, con un máximo de 3.000 euros por vivienda.
El consejero ha señalado «la rehabilitación es uno de los pilares de las políticas públicas del Gobierno de Aragón en materia de Vivienda». Es una herramienta muy útil para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, asentar población en el medio rural y regenerar las zonas urbanas.
Con los datos disponibles, estimamos que la inversión total movilizada asciende a 5,3 M €, con lo que eso supone de reactivación económica en el sector y, muchas veces, en pequeñas empresas repartidas a lo largo del territorio.
José Luis Soro ha destacado que generan movimiento económico a través de inversión pública es clave en este momento en el que la recuperación social y económica tras el COVID es la principal prioridad y sigue la línea de la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Social y Económica.
Soro ha explicado que el éxito está también en el cambio de enfoque «las subvenciones que habíamos convocado hasta ahora en materia de rehabilitación, en el marco del Plan Estatal de Vivienda, se dirigían, por un lado, a la accesibilidad y, por otro, a la eficiencia energética, pero en bloques de pisos, noen viviendas individuales».
Y ha explicado que «la experiencia de las convocatorias de subvenciones en materia de rehabilitación desde 2014 demuestra que alrededor del 90 % de las solicitudes habían tenido por objeto ayudas en materia de accesibilidad, fundamentalmente la instalación de ascensores, pero las solicitudes en materia de eficiencia energética no habían superado el 10%».
El objetivo de esta convocatoria era acercar la rehabilitación a las familias, planteando ayudas destinadas a los particulares «para financiar inversiones más puntuales —como la sustitución de ventanas— pero también más asumibles desde el punto de vista económico, y, sobre todo, muy eficaces, puesto que las ventanas son uno de los elementos más importantes de los cerramientos de los edificios y que más condiciona el comportamiento térmico de la envolvente».
A modo de ejemplo, el consejero ha señalado que «simplemente instalando nuevas ventanas de alta eficiencia energética, con carpinterías y acristalamientos que cumplan las actuales exigencias, puede llegarse a reducir la demanda energética de la vivienda hasta un 10 %».
Entre algunos de los datos más relevantes destaca que la inversión media por vivienda ha sido más alta en las comarcas altoaragonesas, y que en las comarcas turolenses la mayor parte de las ayudas han ido destinadas a viviendas unifamiliares (que son las que predominan en el medio rural).
Por su parte, la directora general de Vivienda y Rehabilitación, Verónica Villagrasa, ha explicado que ha sido una convocatoria novedosa puesto que las solicitudes se han tramitado y resuelto por orden de presentación de las mismas, siempre que se cumplieran los requisitos establecidos y que la solicitud y su documentación estuviera completa y hasta agotar presupuesto. Con el 1,5 millones de euros se ha podido atender un total de 950 solicitudes y se han quedado fuera 1.191 solicitudes, «nos marca el interés por este tipo de iniciativas y la senda de trabajopara futuras convocatorias».
Villagrasa ha explicado que «podemos indicar que la media de inversión por vivienda ha sido de 5.546 euros; inversión que ha sido apoyada por una media de subvención por vivienda de 1.602,82 euros y que supone el 30% de la inversión particular».
Para optar a estas ayudas era necesario adquirir ventanas con unas características técnicas específicas que exigían una mejora relevante en cuanto al aislamiento y la exigencia del marcado CE, según la norma UNE-EN 12.207 de clase 2 o superior, que asegura el cumplimiento de la mejora energética.
Entre las acciones concretas que se han subvencionado encontramos las siguientes: desmontaje y retirada a vertedero de las ventanas que se sustituyen. – Instalación de las nuevas ventanas; ventanas, incluyendo carpintería (marco y premarco) y acristalamiento; y persianas: tanto independientes de la ventana como incorporadas a la carpintería de la misma, tipo mono-block, pero solo cuando incluyan aislamiento en el cajón y en la propia persiana.